En el camino de gravilla Sofía se quedó pensando. Intentó pensar intensamente en que existía para de esa forma olvidarse de que no se quedaría aquí para siempre.
Pero resultó imposible. En cuanto se concentraba en el hecho de que existía, inmediatamente surgía la idea del fin de la vida. Lo mismo pasaba a la inversa: cuando había conseguido tener una fuerte sensación de que un día desaparecería del todo, entendía realmente lo enormemente valiosa que es la vida. Era como la cara y la cruz de una moneda, una moneda a la que daba vueltas constantemente. Cuanto más grande y nítida se veía una de las caras, mayor y más nítida se veía también la otra. La vida y la muerte eran como dos caras del mismo asunto.
No se puede tener la sensación de existir sin tener también la sensación de tener que morir, pensó. De la misma manera, resulta igualmente imposible pensar que uno va a morir, sin pensar al mismo tiempo en lo fantástico que es vivir.
Sofía se acordó de que su abuela había dicho algo parecido el día en que el médico le había dicho que estaba enferma. Hasta ahora no he entendido lo valiosa que es la vida», había dicho.
¿No era triste que la mayoría de la gente tuviera que ponerse enferma para darse cuenta de lo agradable que es vivir? ¿Necesitarían acaso una carta misteriosa en el buzón?
Quizás debiera mirar si había algo más en el buzón. Sofía corrió hacia la verja y levantó la tapa verde. Se sobresaltó al descubrir un sobre idéntico al primero. ¿Se había asegurado de mirar si el buzón se había quedado vacío del todo la primera vez?
También en este sobre ponía su nombre. Abrió el sobre y sacó una nota igual que la primera. ¿De dónde viene el mundo?, ponía.
No tengo la más remota idea, pensó Sofía. Nadie sabe esas cosas, supongo. Y sin embargo, Sofía pensó que era una pregunta justificada. Por primera vez en su vida pensó que casi no tenía justificación vivir en un mundo sin preguntarse siquiera de dónde venía ese mundo.
Las cartas misteriosas la habían dejado tan aturdida que decidió ir a sentarse al Callejón.
El Callejón era el escondite secreto de Sofía. Solo iba allí cuando estaba muy enfadada, muy triste o muy contenta. Ese día sólo estaba confundida.
La casa roja estaba dentro de un gran jardín. Y en el jardín había muchas partes, arbustos de bayas, diferentes frutales, un gran césped con mecedora e incluso un pequeño cenador que el abuelo le había construido a la abuela cuando perdió a su primer hijo, a las pocas semanas de nacer. La pobre pequeña se llamaba Marie. En la lápida ponía:
«La pequeña Marie llegó, nos saludó y se dio la vuelta.
蘇菲站在石子路上想著。她努力思考活著的意義,好讓自己忘掉她不會永遠活著這件事。然而,這實在不太可能。現在,只要她一專心思索活著這件事,腦海中便會馬上浮現死亡的念頭。反過來說也是如此:唯有清晰地意識到有一天她終將死去,她才能夠體會活在世上是多么美好。這兩件事就像錢幣的正反兩面,被她不斷翻來轉去,當一面變得更大、更清晰時,另外一面也隨之變得大而清晰。生與死正是一枚錢幣的正反兩面。
“如果你沒有意識到人終將死去,就不能體會活著的滋味。”她想。然而,同樣的,如果你不認為活著是多么奇妙而不可思議的事時,你也無法體認你必須要死去的事實。
蘇菲記得那天醫生說告訴祖母她生病了時,祖母說過同樣的話。她說:“現在我才體認到生命是何等可貴。”大多數人總是要等到生病后才了解,能夠活著是何等的福氣。
這是多么悲哀的事!或許他們也應該在信箱里發現一封神秘的來信吧!也許她應該去看看是否有別的信。
蘇菲匆匆忙忙走到花園門口,查看了一下那綠色的信箱,她很驚訝的發現里面居然有另外一封信,與第一封一模一樣。她拿走第一封信時,里面明明是空的呀!這封信上面也寫著她的名字。她將它拆開,拿出一張與第一封信一樣大小的便條紙。
紙上寫著:世界從何而來?蘇菲想:“我不知道。”不用說,沒有人真正知道。不過蘇菲認為這個問題的確是應該問的。她生平第一次覺得生在這世界上卻連“世界從何而來”這樣的問題也不問一問,實在是很不恭敬。
這兩封神秘的信把蘇菲弄得腦袋發昏。她決定到她的老地方去坐下來。這個老地方是蘇菲最秘密的藏身之處。當她非常憤怒、悲傷或快樂時,她總會來到這兒。而今天,蘇菲來此的理由卻是因為她感到困惑。
蘇菲的困惑這棟紅房子坐落在一個很大的園子中。園里有很多花圃、各式各樣的果樹,以及一片廣闊的草坪,上面有一架沙發式的秋千與一座小小的涼亭。這涼亭是奶奶的第一個孩子在出生幾周便夭折后,爺爺為奶奶興建的。孩子的名字叫做瑪莉。她的墓碑上寫著:“小小瑪莉來到人間,驚鴻一瞥魂歸高天”。